Por Jorge Tost.
Me gustaría que estos comentarios tuvieran otro fin que el de poner en consciencia la realidad de uno de los entornos más especiales que he tenido la gran suerte de vivenciar a lo largo de unos cuantos años. Pero la realidad es otra. El objetivo es dar a conocer un poco la trayectoria que ha seguido este lugar para poder conservarlo. Hay muchas personas que amamos los lugares de la naturaleza y más si se puede escalar en ellos, pero que sobre todo la amamos.
Aproximadamente fue en el año 2003/2004, ya no lo recuerdo bien, cuando por primera vez, Mariano de Candelario más conocido por todos como “Cuco” nos habló de Hoya Moros. Visitamos con frecuencia las zonas de bloque de los alrededores de Candelario y Béjar, y por supuesto nos acercamos cada vez que Cuco organizaba las maratones de bloque como la Carpetovetónica en la Peña de la Cruz, la Muela y muchas otras. Pero recuerdo bien cuando fue la primera vez que Cuco me habló de Hoya Moros. De sus ojos surgía un brillo especial, como si emitiesen luz propia, una sonrisa profunda le cruzaba la cara, más intensa que de normal. Por supuesto era algo común, ya que había estado arriba y en ese momento pensaba en ello y recorría esa sensación todo su cuerpo. Me enseñó una foto desde la cima de los hermanitos comentándonos que había cientos de líneas por hacer en un paraíso de la naturaleza. Por aquellas fechas Cuco tenia un libro de croquis de casi mil líneas abiertas entre todos los sectores de los alrededores. Pero algo era diferente, se podía notar. Son de esas cosas que no sabes porqué pero que son para uno inexplicables y no se puede entender por qué son así. Estaba como un niño con juguetes nuevos, o más bien con aquel que todos deseamos cuando somos peques. En nosotros rondaba una incertidumbre entre fantasía y realidad, sobre todo por ver así a Cuco.
Unos meses más tarde decidimos subir a La Hoya cuando ya las nieves retrocedían de entre los bloques. Todos nosotros nos quedamos igual de perplejos ante aquella situación, y aquella foto que dejaba entrever un lugar incomparable lleno de magia, que no pudimos evitar subir para calmar nuestro asombro. Y fue así como conocí Hoya Moros junto con grandes amigos que hoy siguen siéndolo y otros que marcharon en pos de su propio camino. Subimos por el Calvitero la primera vez, eran dos horas y media largas, aspecto que nos hacía reflexionar sobre aquel sitio, pero aun así marchamos. Fue una dura subida bajo el sol ardiente con unas indicaciones más menos orientativas. Pero después del Calvitero y el cordal, empezamos a bajar el último tramo hasta que ante nosotros pudimos ver la maravillosa imagen de aquel entorno natural puro y en todo su esplendor. Los piornos de amarilla flor, la pradera verde, el nacimiento y primeros pasos de río Cuerpo de Hombre, el juego de luces y sombras entre los bloques desperdigados por toda la cuenca de este antiguo glaciar, la lengua de bloques que arrastraba el hielo formando el caos, etc. Así a primera vista y sin nadie que estuviera allí en ese momento nos hizo sentir que Cuco, efectivamente, nos había legado el paraíso.
Hoya Moros es un gran legado que nos ha sido dado a todos por la naturaleza y que la gente de Salamanca ha querido compartir con todas las personas de este mundo, ya que quién puede decir que alguien tenga más derecho de estar allí. Algunos tenemos más o menos suerte por conocerlo antes o después, pero igual que es un legado para todos, también es una responsabilidad. Todos tenemos el mismo derecho y obligación con la Hoya y todos los demás entornos que con la excusa de la escalada solemos visitar. Esto es algo fundamental para no olvidar jamás. La naturaleza es un lugar que todos disfrutamos e incluso explotamos para nuestro bien y que no tenemos la sensación de obligación de conservarla. Ella nos da la vida trasformando continuamente todos los deshechos que producimos para darnos el oxígeno que respiramos, los nutrientes de los cuales nos alimentamos y sin los cuales la vida, la escalada y cualquier otra actividad serían impensables.
Estamos obligados a responder ante ella y a cuidarla porque a todos nos gusta disfrutar de todos estos entornos que si no cuidamos algún día desaparecerán, es responsabilidad de todos. Mi responsabilidad es haceros entender esto una vez más y manifestar la necesidad de proteger estos lugares llenos de pura vida. Lugares que visitamos por todas sus maravillas. Me dirijo a esas personas también que no tiene la cultura de montaña, que son ignorantes sin señalar a nadie, para que entiendan las necesidades de este lugar para sobrevivir como un entorno puro.
Estar en la Hoya conlleva una serie de responsabilidades con la sagrada ley de la naturaleza que es conseguir generar el menor impacto ambiental posible. Y eso que como ser humano que eres ya estás causando un impacto sólo con estar allí. Este lugar como muchos otros de escalada llevan siendo entornos naturales mucho antes de que se escalase en ellos, por lo tanto hay que mantenerlos y tener este hecho en cuenta.
Esta sagrada ley de la naturaleza habla de mantener y proteger los espacios lo más puro posibles que junto con la escalada es lo que a todos nosotros nos hace subir aquí. Y a los que vengáis solo a escalar y no hagáis el esfuerzo de mantener intacto este lugar: primero no es verdad ya que es la pureza de este entorno la que buscáis, aunque a veces no sepamos que es así, y segundo es mejor que vayáis a otro sitio donde el impacto ambiental sea menor. La naturaleza no pertenece a todos, sino que todos pertenecemos a la naturaleza, así que hacerse daño a uno mismo es o una incongruencia o pura ignorancia.
Desde mi manera de ver las cosas y mi experiencia como escalador de bloque he visto lugares de escalada arrasados, de los cuales todos nos quejamos de que: “esos cerdos que no recogen”. Pero esto da igual, siempre echando balones fuera, es nuestra responsabilidad como especie que todo se quede como estaba ya seamos o no los que hemos ensuciado. Como escaladores, vamos a ser activos contra esa ignorancia social colectiva y prediquemos con el ejemplo. Si ves a alguien plantar una tienda, respetuosamente hazle entender que su acción egoísta afecta al medio lo primero, y después a las demás personas que quieren disfrutar de ese entorno protegido, ya que si sube un responsable de medio ambiente y ve la tienda va a informar, y puede hacer cambiar la regulación de ese lugar. ¿Quién nos creemos las personas para hacer lo que queramos siempre? Y este es el verdadero problema que nos creemos más que lo demás: los ríos, la hierba, los pájaros, las rocas, etc. Somos un gran ente que hace que todo funcione y así tenemos que ser capaces de abrir nuestro corazón para poder ver que si ensuciamos y no somos respetuosos, en realidad nos hacemos daño a nosotros mismo.
Tenemos que unirnos para mantener cualquier entorno que queramos disfrutar, sabiendo que nuestra actuación personal y social afecta directamente a que éste sobreviva. Dejemos de quejarnos de si uno hace o el otro no, toma tu responsabilidad y da ejemplo y apertura para hacer ver a los demás cuan débil es el medio natural y la importancia de conservarlo. Yo mismo me plantearía dejar de escalar para que La Hoya siguiese siendo como era: silencio, pureza extrema, belleza, majestuosidad, vuelta al origen natural, en fin pura vida.
A continuación voy a desglosar cuáles son los factores principales a tener en cuenta a la hora de mantener lo más intacta posible una zona natural en la que se escala:
Dar ejemplo y concienciar con respeto a los demás es el factor más importante. Si todos lo hacemos de una misma manera, los que no saben aprenderán a respetar. Y si lo hacen egoístamente, con nuestra fuerza y el ejemplo se darán cuenta que no son bienvenidos actuando así y se marcharán o cambiarán de actitud.
Todos los desechos humanos en el proceso de alimentarse son desechos que La Hoya no quiere ni puede transformar. Cada vez somos más allí en los meses que se escala y este es el mayor problema, la MASIFICACIÓN. Lleva una pala para poder enterrar tus heces ya que si haces tus necesidades en el caos de rocas este desecho acabará contaminando el río que aquí nace. No hay que cagar ni orinar cerca del río. Con la pala entierra caca puedes solventar todos los problemas, acelerando el proceso de descomposición y el impacto visual. El papel llévalo a la basura que tengas hecha, para bajarlo también. Si además quieres colaborar la Asociación Sostenible de la Zona Centro vende una palas maravillosas, muy eficientes y ligeras para transportar.
La comida hoy en día va envuelta en millones de plásticos que debes llevarte, al igual que todo lo que subas y cree un desecho. Llévate todo, cualquier cáscara de alimento es un impacto ya que no crece allí y entra así en el ciclo de un lugar afectándolo visualmente o en su proceso de descomposición. Si llevas una lata con aceite y no lo usas para algo, no lo tires al medio ya que este lo absorberá y aunque no lo veas, generas un impacto, coge papel y empapa este líquido sea cual sea en él para tirarlo a la basura y que cuando bajes no lo derrames encima de ti o en otros lugares. Las bolsas para deshechos de perros son muy útiles para llevar una mini basura donde tirar todo lo que vayas encontrando o generes de basura. Y por supuesto si tienes perro haz como en la ciudad lleva unas bolsitas para sus heces y tíralas en la bolsa de basura que llevas, a nadie le gusta visualmente cualesquiera sean las heces. O entiérralas también.
Llévate las colillas que encuentres o generes. Es demencial hoy en día que un escalador o paseante en el medio natural no sepa lo que una colilla hace, aunque sea de esas supuestamente ecológicas. La media de agua del terreno que una colilla es capaz de absorber y evaporar es de un litro/día con la consecuente deshidratación del terreno. Llévate todas. Hazte con un portacolillas así no olvidaras ninguna y podrás tirar todas las que encuentres. La gente fuma mientras escala y deja una colilla un momento para luego recogerla, pero casi siempre lo olvidamos y allí se quedará. No seamos egoístas con no recoger las que no son nuestras, no pasa nada por llevar una más y es un bien para el entorno, míralo así.
Se trata de pasar por la Hoya como si no hubieses estado. No sé porque, pero a los seres humanos nos encanta dejar nuestro rastro de paso. Evítalo en Hoya Moros. Evítalo en tu vida.
No hagas fuego. Está prohibido al igual que es innecesario. Tampoco cortes vegetación, aunque esté seca.
Al lavar los cacharros usa el agua del río, pero no laves en el cauce ya que todos los restos contaminan el agua. Usa agua y papel y tira los restos en tu basura.
Todos los restos que encuentres como restos de comida, esparadrapo, magnesio échalos en la mini basura que llevas, aunque no sean tuyos. Alguien los olvidó o fue tan ignorante de dejarlos allí, da ejemplo a los demás y a ti mismo de lo importante que es respetar a aquella que te hace vivir: la naturaleza, enorgullécete de ello.
Evita pisar la flora del lugar. Hay plantas como la Drosera Rotundifolia que son un relicto (lugar aislado donde aún sobrevive una especie) de la Hoya. Además, las flores donde son bellas es vivas en el campo. La Drosera se haya en lugares con agua, semi encharcados donde viven insectos de los que se alimenta. Obsérvala es increíble su adaptación al medio.
El silencio es un don que nos brinda Hoya Moros, poder estar en calma sin escuchar los gritos de los otros. A veces es difícil estar callado uno mismo ya sea en palabra o de pensamiento, pero si alguna vez lo has conseguido sabrás lo maravilloso y unitario que es. Creo que estarás de acuerdo en que hay personas de todo tipo que les gusta más o menos oír a otros. Disfruta y festeja un encadene o un momento de más excitación, pero recuerda que no estás solo. Si te enfadas o vociferas sabes que al final eso es lo que tienes dentro de ti y además tendrás que hacer el doble de esfuerzo, enfadarte y desenfadarte.
La roca es tu amiga, la conjunción de tus cualidades como escalador y sus formas es lo que te permite estar encima de ellas, vamos encadenar. No la maltrates, ella lleva millones de años allí, tú pasarás, morirás y ella seguirá allí. Nada cambiará para ella y en realidad para ti el que seas capaz de subir o no. Somos una minúscula parte de la naturaleza. No maltratar significa no cepillar en exceso con cepillos de metal, golpearla o patearla de rabia, no cepillar los restos de magnesio para que otro o tu mismo puedas volver a probar con las condiciones de adherencia como cuando se abrió el problema, pintarla con rayas de magnesio (Clecas: usa esparadrapo y luego quítalo o toma una referencia en la forma de la roca o que alguien te indique)
Existen otros animales como las salamanquesas, renacuajos que habitan cerca del río o incluso desovan en él. Si el río está contaminado dejarán de existir. También plantas acuáticas y algunos roedores son muy sensibles a los cambios en el agua. Y algunos animales son sensibles a la luz en sus hábitos de caza nocturna. Los focos de gran potencia que se usan para las escaladas nocturnas pueden causar su migración. Ya sabemos de esto por las prohibiciones de escalar de noche en otros lugares de España como Albarracín.
Existe un lugar en concreto que se llama la Pacheca (conjunción de piedras que se usa como vivac) donde se puede ver el paso del hombre y el impacto que en la Hoya se genera. Si te quedas allí preocúpate de que no se haga fuego, de que no haya colillas y restos de comida o envases. No queremos ver como toda la Hoya se convierte en este lugar.
Si de un año a otro has dejado tu colchón, esto no ha de ser un problema menos cuando pasan años y años y siguen allí colchonetas que no se usan porque están destrozadas y que contaminan el medio. Si conoces algún propietario invítale a que las baje y las recicle o da ejemplo y cuando vuelvas a la civilización baja un trozo. Desde luego que allí no deben de quedarse, pudriéndose y contaminando el medio.
Otro gran problema que existe en el mundo de la escalada de bloque es el interés mediático, las marcas, las modas, las guía.
Cuando una persona realiza un video esta incentivando a que la gente vaya únicamente a probar los bloques o líneas que en éste salen. Los intereses personales van por encima de los naturales y no nos damos cuenta que esto tiene una repercusión sobre los bloques. Da ejemplo y ten en cuenta que si cuelgas un video mucha gente lo verá y querrá ir a probar esos bloques porque eres fulanito de tal y eres guay o famoso, causando que esas líneas “de moda” sufran un mayor impacto. Esto de los videos se suele hacer por intereses como he dicho personales, para estar en la red o por colaboraciones con las marcas que en general no se preocupan más que de vender y no por el medio natural.
Pasa lo mismo con las guías, aunque intenten concienciar y alertar del impacto a la gente en sus primeras páginas, la realidad es que nadie o casi nadie lee estas indicaciones o las tiene en cuenta, pero si que generan que venga mucha más gente: otra vez la MASIFICACIÓN. Lo mismo que con los artículos en revistas o los anuncios de marcas; anda que se preocupan de si generarán impacto sacando un artículo. Solo ven un interés económico, aunque se ponga que la zona es sensible al impacto. Yo soy el primero que colaboro con marcas y que reconozco no haberme dado cuenta de lo que suponía hacer video o promoción de las marcas en este lugar y quiero ser el primer ejemplo renunciando a cualquier tipo de promoción de marcas en este lugar tan sensible. Lanzando una iniciativa a todos los escaladores que tomen esta misma decisión para evitar que los bloques se deterioren tanto en sus agarres como en la vegetación alrededor de ellos.
Si realizas un video una buena opción puede ser mostrar como limpias los bloque después de probar o escalar, o mostrar cómo te llevas toda la basura que encuentres: Otra vez, DAR EJEMPLO. Pido perdón públicamente por haber sido un ignorante y un egoísta con lo que respecta a este hecho. También manifiesto mi posición contraria de que se continúen haciendo videos, guías y anuncios promocionales utilizando la Hoya solo para que las marcas, revistas y patrocinados se enriquezcan económicamente gracias a este lugar. En esta batalla me cambio de bando, estoy en el bando de ser un Hoyamorado y en respetar lo más posible este lugar con mi ejemplo. Para mantener lo más intacta posible esta maravilla de la naturaleza. Conviértete tú también en un HOYAMORADO Y DA EJEMPLO.
Unámonos con el mismo mensaje de respeto y de preservación de este lugar tan increíble y extendamos esta manera de ver las cosas a las demás zonas de escalada. Y si tienes alguna iniciativa u opinión que añadir por favor no dudes en hacerla llegar.
Mi idea es humildemente intentar que llegue a toda la gente la urgencia de preservar este lugar sin más interés que este. NO SOMOS NADIE Y LA NATURALEZA LO ES TODO.
Y para terminar dos claros ejemplos extremos: Subieron, pero olvidaron llevarse algo.
Y Alguien que ama la Hoya: Hablando del problema con determinados escaladores: “Yo lo que veo es un mundillo del que no quiero formar parte. No pienso oponerme a esa inercia ni tampoco dejarme llevar por ella. Iré a subir piedras con los amigos. A escuchar en el silencio. A Ser como el río y las piedras. A cruzar el valle como la brisa. A estar. La única forma de respeto por el valle que yo entiendo es estar en sintonía con él. Un lugar de increíble energía y paz. Lo único que sé es permanecer. Observar. Alertar. Para algunos los motivos son el ego, la necesidad, el apego, lo material. Mi motivo es ese sitio.
MUCHAS GRACIAS.
Por Jorge Tost.