EL BOULDER Y SUS LESIONES

Es tentador, nada más llegar al sector, eliges tu vía, te pones los gatos, no son más que 6 pasos y no subes más de dos metros del suelo, la cosa es segura. En el tercer paso, una zona un poco desplomada, hay un pequeño lanzamiento, cosa fácil ahora que aún no estás cansado. Afianzas tu pie derecho, y lanzas el mismo brazo cuando ¡ah¡, un pinchazo en el tríceps izquierdo te hace caer. Se acabó un perfecto día de escalada por un mal calentamiento, y lo que es peor, si quieres recuperarte te esperan por lo menos dos semanas de reposo y volver a empezar de nuevo, ahora que ya encadenabas tu primer 7º. Esto pudo ser peor si te ocurre en el segundo largo de una vía alpina, poniendo en peligro tu vida y la de tus compañeros. Debido al compromiso músculo- esquelético de este deporte, la especialización de los deportistas, el número de horas dedicadas al entrenamiento y el escaso conocimiento de la prevención de las lesiones que pueden producirse, no es extraño que cada día aparezcan más lesiones. De cómo prevenir estas lesiones y los accidentes que pueden ocasionar trata el siguiente artículo. Introducción a las lesiones de la escalada: Después de un tiempo practicando la escalada existen una serie de lesiones típicas por sobre esfuerzo que analizaremos a continuación, de manera muy breve.

 

1.-Lesiones de los dedos de las manos: – Lesiones capsulo – ligamentosas debido a torsiones de los dedos (esguinces). Un tipo de lesión muy frecuente de este tipo es la rotura del ligamento semicircular de los flexores de los dedos, en la que aparece un dolor fuerte a nivel de las articulaciones de los dedos y una pérdida de fuerza en el agarre. En este caso además de una pausa deportiva de tres semanas, aplicando hielo todos los días unos 10 minutos, es conveniente poner esparadrapo por debajo de las articulaciones afectadas cuando se reinicie la escalada. Si la lesión es de los ligamentos laterales se reforzará con dos bandas de esparadrapo en los lados del dedo, como en la fotografía de abajo. – Cortes y fisuras en la piel. Para prevenir esta lesión reforzar un poco los dedos, sobre todo la parte las próximas a la palma de la mano con esparadrapo. – Lesiones tendinosas «tendinitis». Estas se deben al sobre esfuerzo al que se ven sometidos los músculos flexores de los dedos en los agarres de las presas. Un mal calentamiento, falta de hidratación, o una práctica demasiado intensa favorecen la aparición de esta lesión, que siempre ha de tenerse en cuenta pues puede cronificase. Para prevenirla lo mejor es un buen calentamiento previo y estiramiento después de la escalada, además de una buena hidratación y la colocación de hielo para evitar la inflamación de los tendones en los dedos más afectados.

 

2.-El codo: Es muy sensible a las lesiones tendinosas y a la menor molestia sobre él o la musculatura que llega cerca de esta articulación hay que tomar medidas, ya que las tendinitis a este nivel son muy rebeldes de tratar y suelen tardar un tiempo en desaparecer si se tratan mal. Lo mejor es parar de entrenar unos días (de una a dos semanas), aplicar hielo un par de veces al día y relajar la musculatura que mueve ese tendón y el mismo con algún gel o pomada anti-inflamatorio que os recomienden en la farmacia (Solvium, Calmatel, Aspitopic, …). Las lesiones más frecuentes a este nivel son la epicondilitis (dolor en la parte externa del codo al extender fuerte la muñeca y los dedos) y la epitrocleitis (dolor en la cara interna al flexionar fuerte muñeca y dedos o al hacer agarres fuertes.) Cuando comencemos después la actividad. 3.- Las lesiones a nivel del hombro: Las más comunes son las tendinitis de inserción del manguito de los rotadores (supra, infraespinoso y redondo menor) en la cara anterior del hombro. En la cara posterior podemos tener roturas fibrilares del deltoides o tendinitis del dorsal ancho. Todas estas lesiones se tratan como las del codo, con reposo, hielo y algún AINEs ( anti-inflamatorio),

 

4.- En la columna vertebral: Pueden aparecer numerosas contracturas sobre la musculatura paravertebral, trapecios, cuadrado lumbar…. Estas lesiones se previenen con un buen calentamiento y estiramiento y con una buena higiene postural, es decir, no forzando excesivamente las posturas adoptadas para la escalada intentando mantener la columna recta. Cuando aparecen contracturas lo mejor es un poco de calor y unos buenos masajes, que no son tan caros.

 

5.- En la cadera y la rodilla no suelen aparecer muchas lesiones, pero si aparecen, dado del uso de esas articulaciones y su complejidad, lo mejor es consultarlo con algún facultativo.

 

6.- En los pies lo más problemático son los dedos, que sufren mucho castigo al ser los gatos tan ajustados. En estos se producen desarreglos ligamentosos, luxaciones de los metatarsos (no son muy frecuentes) y numerosos problemas en las uñas. Lo mejor es elegir bien el número del calzado, mantener una buena higiene, en cuanto a las uñas se refiere, y descansar los pies cada cierto tiempo de los gatos. Si tenemos muchas molestias lo mejor es cambiar de calzado. En cuanto a las lesiones traumáticas, es decir, a las producidas por golpes o caídas, son demasiado complejas para tratar en un artículo tan corto, y debes especialista, pero para evitar problemas y como tratamiento de urgencia, lo mejor es el método CR.I.C.E.R. (Crioterapia, inmovilización compresión, elevación y reposo). Ante cualquier contusión, fractura, esguince, etcétera lo mejor es inmovilizar la zona y mantenerla en reposo, mejor con un vendaje para además comprimir el miembro y elevarlo, de esta manera evitamos que se inflame, además aplicaremos hielo que calmará el dolor y bajará la hinchazón; lo mejor para aplicarlo es una bolsa de criogel como la de la fotografía. Con esta sencilla regla no nos equivocaremos.

 

Ángel Luis García Aires

 

Fisioterapeuta y aficionado a la montaña